Continuamos con
algunas de las clases de queso, que podremos encontrar en la
Península Ibérica:
→ Queso de Cabrales.
Estamos hablando de un queso muy fácil de reconocer. Se elabora, de
manera artesanal, en el pueblo de Cabrales y tres pueblos, que
limitan con Peñamellera Alta. Este queso, tan particular, se elabora
con leche cruda de vaca o con una mezcla de dos o tres clases de
leche: vaca, cabra y oveja. Es un queso, que se diferencia del resto,
por su fuerte olor y sabor, con una pasta semi dura, que posee una
gran cantidad de vetas, de color azul. La corteza de esta clase de
queso es natural. Es un queso que posee forma de cilindro, de 7 a 15
cm de altura. Eso sí, ten en cuenta que, tanto el peso como el
diámetro van a depender del protector, que se ha empleado. Lo más
recomendable es consumir el queso de cabrales, acompañado de una
sidra de Asturias o de un buen vino de Jérez, lleno de olor.
→ Queso de Torta de
Casar. Estamos hablando de un queso muy peculiar, ya que posee una
forma de torta y un sabor único. Es un queso que se produce en la
provincia de Cáceres, que se elabora con leche de Oveja en las razas
merina y entrefina. Posee denominación de origen, desde el año
2003. Estamos ante un queso, que posee una masa semiliquida, dentro
de una corteza, que está agrietada.
Foto: fuente
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