Dice
la leyenda que Charles Dickens nunca estuvo muy contento, por tener
una relación indirecta con el público, a través de la palabra
impresa. Quería poder ver sus caras, oír sus risas, ver como
derramaban sus lágrimas. Tanto es así, que realizaba tareas como
actor o director, en algunas funciones benéficas, con actores
conocidos o figuras literarias. Así, realizó el papel de fantasma
de Gaffer Thumb en Tom Thumb y sir Eppicure Mammon en El Alquimista,
entre otros diversos papeles. Por otro lado, realizó lecturas
públicas y pagadas, de sus propias obras -unas 423 a lo largo de su
carrera-. Gracias a este éxito, realizó diversas giras por
Inglaterra, Escocia o Irlanda. Incluso, llegó a estar en París,
donde el idioma no fue un problema.
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