Una alucinación lleva consigo una percepción de alto (puede ser una visión, un sonido o un olor) que no está presente, de una manera física. Hay varias clase. Existen las alucinaciones hipnagógicas, que suceden cuando una persona inicia a coger el sueño e incluyen sensaciones de caídas y tropezones en una escalera, mientras que otros suceden en el momento de despertar (las alucinaciones hipnopómpicas). La cromatopsia es ver las cosas y a las personas, con el mismo color. A la hora de hablar de los tamaños, las personas que sufren alucinaciones liliputienses ven los objetos o las situaciones más pequeños; las personas que sufren de alucinaciones gulliverescas, sufren justo lo contrario. La dismegalopsia es ver los objetos con formas extrañas o irregulares, que es muy poco habitual. Las alucinaciones cenestésicas suelen afectar a la sensibilidad visceral interna -por ejemplo, piensan que sienten el flujo de sangre en los vasos sanguíneos-, que es muy común.
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jueves, 29 de marzo de 2012
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