Las auroras boreales son un espectáculo maravilloso de formas y colores que, en realidad, son una carrera de electrones, que están cargados de energía, que hasta los científicos, tras años de investigaciones, no han logrado encontrar explicaciones. Pues bien, un equipo de físicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha hecho una simulación, en un ordenador, que busca encontrar una respuesta a este misterio y, también, quiere predecir este tipo de corrientes de electrones, llenos de energía, que circula a través del espacio y que pueden llegar a causar daños graves en los satélites. Pues bien, cuando el viento solar choca con el campo magnético de la Tierra, éste se llega a estirar como si se tratase de una banda elástica y, de esta manera, llega a acumular dentro de sí, toda la energía que le rodea. Va a llegar un momento en el que las líneas del campo magnético se llegue a reconectar y liberará, de golpe, toda esta energía, lo que va a propulsar los electrones de vuelta al planeta Tierra. Cuando estas susodichas partículas, que están tan aceleradas, choca con la zona superior de la atmósfera y se genera el plasma, que recibe el nombre de aurora, que es el causante del despliegue tan característico de brillos y de colores, que se puede observar en la zona de los polos, en unas determinadas épocas, a lo largo del año. Pero, lo que produce más dudas, entre el colectivo científico, es el gran número de electrones, que son los causantes de estos fenómenos, ya que se considera que es imposible “aguantar” un campo eléctrico, dentro de las líneas del campo magnético.
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