sábado, 10 de marzo de 2012

Algunas coincidencias que dan miedo (IV)


Continuamos con algunas coincidencias que parecen mentira; pero, son reales, sucedieron en la vida de una persona cualquiera, como tu o como yo.
-Hugh Williams o el misterioso viajero en el tiempo. El caso de Hugh Williams es uno de los más extraños y misteriosos de la historia. Pues bien, todo empieza el 15 de diciembre de 1664, cuando un barco se hunde, en el estrecho de Menay, en la costa norte de Gales. Mueren 82 personas y sólo hay un superviviente: Hugh Williams. El 5 de diciembre de 1785 -si, han pasado la friolera de 121 años-, en otro naufragio pierden la vida 60 pasajeros y sólo uno sobrevive: Hugh Williams. El 5 de agosto de 1860, volvió a haber otro hundimiento, donde murieron 25 personas. Sólo un único superviviente. ¿Su nombre? Hugh Williams. Muchas teorías se han escrito, ya que es complicado que, en aquella época, existieran supervivientes, en este tipo de tragedias; pero, tres llamándose igual... incluso, se ha hablado de que sería un viajero en el tiempo.
-La fotografía. En el año 1914, cuando estaba de moda revelar las placas fotográficas, de forma individual, una mujer alemana dejó la placa, con la que había realizado una fotografía a su hijo, en un establecimiento de la ciudad de Estrasburgo, para poder revelarla. Cuando se inició la Primera Guerra Mundial, le fue imposible poder recuperarla y la dio por perdida. Pasaron dos años y la misma mujer adquirió una placa fotográfica virgen, en Frankfurt -que está, casi, a 200 kms de Estrasburgo- para poder tomarle una foto a su hija, que acababa de nacer. Al ser revelada, la placa mostró una doble exposición, mostrando la imagen de su hija (realizada en el año 1916) superpuesta a la de su hijo (1914). Casualmente, la placa que había dejado en una tienda, se había confundido con una placa virgen y fue comprada por ella, en Frankfurt.
Foto: fuente

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