Seguimos con algunas anécdotas que fueron protagonizadas por los políticos, por aquellos que mandaron en el gobierno, en el pasado, o actualmente. Y, es que a todos nos ha pasado algo anécdotico, a lo largo de nuestra vida.
Azaña y sus carteras. En el primer gobierno, de la histórica II República, Manuela Azaña, no sólo era el presidente, si no que poseía el mando de tres de las carteras. Un diputado, de ideas radicales, pensó que era necesario hacer una protesta y se lo dijo a su jefe, Alejandro Lerroux, quien no se solía callar las cosas, y se expresó de esta manera: Tres carteras y la presidencia… de eso a que lo llamen carterista no hay más que un paso.
El poco afortunado brindis del alcalde. En el año 1932, el entonces alcalde de Nueva York, James John Walker pronunció un brindis, que pasó a la historia, durante el segundo centenario del nacimiento de George Washington:
En memoria del hombre que supo ser el primero en la guerra, el primero en la paz y el primero en el corazón de sus conciudadanos…
Pero, continuó con el brindis, tal vez, con alguna copa de más: Lo que no comprendo es cómo, gustándole tanto ser el primero en todo, se casó con una viuda.
Como vemos, los políticos son humanos y, en ocasiones, era mejor que estuvieran con la boca cerrada, antes de decir cosas, que les dejan en clara evidencia.
Foto: fuente
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