Fue el histórico Heinrich Rudolf Hertz, quién, en 1887, fue capaz de realizar el descubrimiento de que las ondas electromagnéticas no sólo eran capaces de viajar a la misma velocidad que la luz, sino que se podían reflejar, refractar y de difractarse. Y consiguió que dos partes bien diferentes y separadas de un mismo aparato -como son un oscilador -la antena emisora- y un resonador -la antena receptora- que él mismo fue capaz de construir- se comunicarán empleando el aire, como canal. Así, se logró la primera comunicación por radio, que tuvo lugar en la historia. Tuvo que pasar una década, o sea, en el año 1897, cuando el físico ruso Alexander Stepanovich Popov (1850-1905) logró crear una antena que le permitía comunicarse con un barco, que estaba a unos cinco kilómetros de la costa. Ese mismo año, el ingeniero italiano Guillermo Marconi logró perfeccionar el invento, para conseguir una comunicación a unos 20 kilómetros de distancia y se inició a comercializar dicho invento, lo que hizo que se creara la industria de la radiotelegrafía.
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