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domingo, 8 de julio de 2012

Algunos inventos que se descubrieron por casualidad (V)



Otros inventos, que fueron descubierto, sin imaginarlo, por parte de sus creadores:
-La sacarina. Fue en el año 1879, un investigador, cuyo nombre era Constantino Fahlberg, había decidido lavarse las manos, antes de ir a comer. Decidió usar una sustancia química en sus manos, lo que le dio un sabor dulce e inusual al pan, que estaba comiendo. Era la sacarina, que se hizo muy conocida a lo largo de la Primera Guerra Mundial, cuando tuvo lugar el racionamiento del azúcar. No fue hasta el año 1960, cuando empezó a ser fabricado como edulcorante y en dietas blandas.
-Play- Doh.. Es un producto que se desarrolló, de manera original, como un limpiador de fondo de pantalla, pero logró convertirse en uno de los juguetes más conocidos para los niños. La invención tuvo lugar de manos de McVicher Noé, que estaba trabajando en una empresa de jabón, durante la década de los años 30 y se dio cuenta de la similitud de los productos de limpieza, con plastilina; pero, sin tener la toxicidad que nos encontrábamos, hasta este momento. El juguete recibió el nombre de Play- Doh y hoy es vendido por la empresa Hasbro. También, se han comercializado otros productos.
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Algunos inventos que se descubrieron por casualidad (IV)



Otros inventos, que fueron descubiertos, sin desearlo:
-Los fuegos artificiales. Los fuegos artificiales se descubrieron en China, alrededor del hace 2000 años. Dice la leyenda que se inventaron, sólo por accidente, cuando un cocinero llevó a cabo una mezcla de carbón, salitre y azufre, los elementos más comunes, en la cocina de aquella época. La combinación se llegó a calentar y como estaba metida en un tubo de bambú, acabó explotando.
-Los cornflakes. En el año 1894, los hermanos John Harvey Kellogg y Will Keith Kellogg estaban trabajando en la creación de nuevos alimentos, para un grupo de pacientes, en una iglesia adventista de América. En medio de la preparación de la pasta de trigo, con la que iban a hacer granola, Will se fue a descansar un poco y, cuando volvió, se encontró que la mezcla se había resecado. En lugar de tirar la mezcla, los hermanos metieron la mezcla, dentro de un cilindro, con la idea de poder hacer largas hojas de masa. Poseen escamas. Cocieron dichas escamas, que se convirtió en un gran éxito entre los enfermos, y lo patentaron con el nombre de Granose. Los hermanos intentaron hacer los copos con distintos granos como el maíz, y, en el año 1906, decidieron crear la ya más que famosa empresa Kellogg.
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Algunos inventos que se descubrieron por casualidad (III)



Continuamos con otros inventos, que se descubrieron, sin quererlo:
-Helado de hielo. Frank Epperson estaba en el porche de su vivienda, mientras estaba haciendo unos refrescos, realizando una mezcla de bicarbonato en polvo con agua, de pronto alguien lo llamó y él acabó por olvidarse que había dejado la bebida allí, a la intemperie. A la mañana siguiente, Epperson vio que el refresco se había congelado, además, estaba acompañado por el palo, que usaba para poder agitar el líquido. Así, es como se “creó” la paleta, en el año 1905, cuando el chico sólo tenía 11 años de edad. El producto se patentó en el año 1923.
-La supercola. Todo empezó en medio de un proyecto, para poder crear una nueva clase experimental de plástico, a lo largo de la Segunda Guerra Mundial, en el año 1945, bajo la dirección del Dr. Harry Coover. Pero la sustancia era demasiado pegajosa y era difícil de trabajar. Pasaron seis años, Coover fue trasladado a la planta de Kovar y descubrió que la sustancia tenía una serie de propiedades, que eran únicas. En los experimentos que llevó a cabo, vio que lo si colocaba en una superficie, era capaz de fijarse fuertemente y con rapidez. El pegamento se había descubierto.
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Algunos inventos que se descubrieron por casualidad (II)



Seguimos con otros inventos, que se descubrieron, sin comerlo ni beberlo, y, ahora, son piezas fundamentales, para nosotros, para nuestra forma de vivir:
-Micro-ondas. Una de las técnicas más populares en la cocina fue descubierto por Percy Spencer, en el año 1945, mientras estaba trabajando en una empresa, con mucha experiencia en el sector de los radares. Spencer ha señalado que la barra de chocolate de su bolsillo se había llegado a derretir, cuando estaba trabajando con un tubo de vacío, que se conocía como magnetrón. A partir de ese momento, sólo quedaba un paso para la creación de un horno de microondas. El primer horno de microondas medía 1,70 metros de altura y pesaba 340 libras.
-Las patatas chips. Todo se inició con una queja, de manera persistente, de un cliente al jefe de apellido Crum, en el restaurante George, en el año 1853. Reclamó, en varias ocasiones, contra las patatas que le habían servido. El argumento era que las patatas eran demasiado gruesas y no tenían sal. Crum se enfadó y se puso a cortar las patatas en tiras, que eran muy finas, y las hizo fritas, hasta que quedaran bien crujientes y les añadió un condimento extra y sal. El producto resultó ser un éxito.
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Algunos inventos que se descubrieron por casualidad



Aunque nos parezca mentira, muchos de los inventos, de los que disfrutamos, hoy en día, en realidad, se descubrieron, solamente, de manera casual. Algunos de ellos, son los siguientes:
-El café. Sobre cuál es el origen del café, una de las historias que más se publican, y que más se aceptan, es la que tiene que ver con el pastor de Kaldi, quien vivió en la zona de Etiopía, hace unos mil años, el cual notó que sus cabras estaban un poco raras. Kaldi observó que sólo cambiaban su carácter, si masticaban el fruto del café del campo. El pastor se lo dijo a un monje, que decidió probar el poder del fruto, en una infusión, y se dio cuenta que, si lo consumía, podía resistir mejor el sueño, lo que había que pudiera llevar a cabo rezos de largas horas.
-El marcapasos. En el año 1956, Wilson Greatbatch, que era profesor de ingeniería, en la Universidad de Buffalo, llevó a cabo la fabricación de un dispositivo, que podía grabar el ritmo cardíaco. Pero, sin darse cuenta, la unidad acabó haciendo justo lo contrario, ya que emitía una serie de impulsos eléctricos, que se parecían a los ritmos, por lo que, sin buscarlo, descubrió el primer marcapasos de la historia.
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